Laura Lozano, directora comercial de la empresa lucense Maderas Goiriz, los cuentan como es su día a día en la empresa familiar y aborda la situación actual del sector forestal gallego y algunos de los retos que se le presentan.
Laura Lozano tiene claro que el suyo es el sector forestal. En cierto modo lo lleva en la sangre, ya que es la cuarta generación de Maderas Goiriz. Esta empresa familiar comenzó como buena parte de los aserraderos gallegos, a pie del monte y de la aldea, en este caso en la parroquia de Goiriz, en Vilalba (Lugo). Los padres de Laura decidieron la finales de los años 80 trasladar al polígono industrial donde se encuentran hoy, con la intención de seguir creciendo.
Hoy junto con Laura, también su hermano José sigue con el negocio familiar, al frente del cual se encuentra su padre. Con Laura conocemos más de esta empresa y de algunos de los retos que se le presentan al sector forestal.
R. Eres la cuarta generación de esta empresa familiar, incorporarte a la empresa parece casi un paso lógico, cuando empezaste a trabajar en Maderas Goiriz?
P. Yo empecé en el 2013 y llevo la parte comercial, como encargada de ventas. Aunque al ser una empresa familiar acabas trabajando dónde te precisan.
R. Como valoras tu día a día en la compañía?
P. Me gusta mucho la parte comercial porque me permite estar en contacto directo con los clientes. Exportamos mucho y al estar en este departamento también me permite visitar a los clientes de otros países o de otras partes de España, aunque con la pandemia estos encuentros directos con clientes y proveedores se redujeron. Estar en contacto con otra gente del sector te permite un aprendizaje diario.
“Siempre intentamos buscarle el mayor valor añadido a la madera”
R. Cuáles son las líneas de negocio en las que os centráis en Maderas Goiriz?
P. Siempre intentamos a buscarle el mayor valor añadido a la madera. El proceso comienza ya con la explotación forestal, es decir con la compra de madera en pie a los propietarios forestales, madera que luego cortamos con las nuestras procesadoras. Para el aserradero traemos a rolla de calidad y el resto lo vendimos la otras industrias de tablero. La madera que entra en la fábrica procuramos que sea de la mayor calidad para evitar desperdicios a causa de nos u otros defectos.
Con esa madera que nos entra en el aserradero hacemos tabla y tablero, tanto para carpintería como para fábrica de CLT o lo que nos requiera el mercado, e intentamos además darle una segunda transformación en otro tipo de productos. Ahora incluso estamos haciendo mucho cuadradillo para las cajas de la fruta. El que solemos exportar es el tablero que hacemos para hormigón pequeño, que es también la línea en la que más estamos centrados.
R. Con que maderas trabajáis?
P. Trabajamos sólo con madera de pino gallega y de cercanías. Sobre todo serramos pino radiata y pendiente del país y, en menor medida, silvestre, ya que hay menos. Mercamos en un radio de unos 90 kilómetros cuadrados a la redonda del aserradero.
R. Conseguís encontrar la madera acorde al que os pide el mercado?
P. Estamos trabajando con el que nos llega, pero es importante que desde todos los eslabones de la cadena, empezando los pones propietarios forestales y con la implicación de todos, si trabaje en el avance de la calidad de la madera de pino.
Si se mejora la calidad de la madera repercutirá directamente en todos, pudiendo pagar más la madera en el monte y pudiendo hacer productos de mayor valor añadidura y con menos desperdicio para los aserraderos y las industrias transformadoras. Tampoco es una decisión que sirva tomar una empresa sola o una parte sola del sector, debe ser un esfuerzo de todos para que se vean resultados.
Ahora incluso en los aserraderos se están haciendo los productos que se pueden con la madera que tenemos, pero se conseguimos mejorar podremos tener otras ventajas que también van a repercutir en el propietario forestal y en otras industrias. En ese sentido son importantes los esfuerzos que se están haciendo desde la Fundación Arume para contar con planta mejorada y al impulsar la marca de calidad Pendiente de Galicia.
Los propietarios forestales precisan poder tener acceso a planta mejorada, hacer una silvicultura adecuada y después los aserraderos e industrias tenemos que ser capaces de aprovechar el máximo esa madera para tener buenos rendimientos y ser competitivos con otras especies.
A nosotros nos gustaría contar con madera de mejor calidad, porque en el día a día nos encontramos con dificultades que reducen el aprovechamiento de la madera. Sería interesante tener madera gallega de más calidad para ser competitivos con las coníferas del norte de Europa.
R. Lleváis tiempo trabajando en productos innovadores como el tablero de CLT, que fabrica Xilonor, como comenzasteis a apostar por ellos?
P. Nosotros somos proveedores de madera, como otros aserraderos. Nos demandan madera de ciertos requisitos mínimos aptos para madera estructural.
R. Buscáis otras nuevas líneas de negocio similares o de mayor valor añadidura?
P. Sí que estamos valorando otras líneas para diversificar y procurando productos con un mayor valor añadidura, pero por el momento son sólo ideas sobre las que trabajar. También estamos siempre intentando optimizar nuestros procesos productivos. Estamos muy pendientes de introducir innovaciones en el aserradero que puedan mejorar el día a día y hacernos más competitivos.
La verdad es que en estos momentos, todos los aserraderos estamos en un momento de una alta demanda de productos, y ya cuesta atender esta gran demanda y mucho más pensar a largo plazo o en otras líneas de negocio. Estamos muy centrados en poder cumplir con nuestros clientes.
R. En que mercados estáis operando?
P. La mitad de nuestra producción se exporta sobre todo para Europa, en países como Francia e Italia, así como en la zona del Magreb y Centroamérica. Lo pones tipo de producto que vendemos, con una alta durabilidad, nuestro cliente tarda en volver mercar, lo que hace que varíe el destino de la madera que procesamos.
R. Demandan los mercados las certificaciones forestales?
P. Trabajamos con certificación FSC y PEFC. Las fábricas de tablero, a los que le vendemos desde puntal a todo el producto que no podemos procesar en el aserradero, nos demandan que sea madera certificada. Aunque hay clientes que nos lo piden, aun son muy pocos. Entendemos que llegará un momento en que toda la madera que se comercialice sea certificada, por eso trabajamos ya en esa dirección, pero aún está muy lejos porque no hay esa demanda por parte de los mercados.
R. Los acontecimientos de los últimos meses a nivel internacional marcaron los ritmos de los mercados, como os afectó?
P. Uno de los temas que más nos afectó fue el incremento de los costes de los fletes, hasta el punto que algunos de los clientes que tenemos en países como México decidieron esperar a la hora de hacer pedidos debido al alto precio que le suponía el transporte. Además del incremento del precio, los plazos de espera podían suponer varios meses y sin asegurar ni siquiera que en ese momento habías podido cargar. Se volvió casi una subasta. Es verdad que algunos mercados están bastante estables, pero en otros sigue a haber esa problemática.
“Si conseguimos mantener los buenos precios para la madera, será la manera para tener un monte aprovechado y equilibrado, donde haya espacio para diversidad de especies”
R. Y la suba de los precios de la madera? Se mantiene la tendencia al alza?
P. Desde septiembre del año pasado, con el llamado efecto palé, por el alta demanda que tuvo este tipo de transformación, hubo escasez de madera de toda Europa. Ahora incluso, aunque en Galicia no lo estamos notando por el momento, en otros mercados como el americano ya se está apreciando una bajada de los precios de la madera. Es cierto que no se volvió a los precios previos a estas subas, pero ya bajó, y la tendencia a corto plazo también parece ser a la baja.
Por ahora se sigue con precios altos en Galicia y nosotros intentamos repercutir ese precio alto también en los precios que pagamos a los productores forestales y también estamos obligados a transmitírselo al cliente, aunque muchos se mantienen a la espera por se se produce esa bajada. El positivo es que por fin podemos satisfacer las necesidades económicas del propietario forestal, de suerte que lo animamos a seguir plantando coníferas, ya que son una especie que tiene muchos aprovechamientos más allá de la tabla, desde celulosas o su uso para fines estructurales.
Las coníferas tienen una venta asegurada en el futuro. Si conseguimos mantener los buenos precios para la madera será la manera para tener un monte aprovechado y equilibrado donde haya espacio para diversidad de especies.
R. Como ves el futuro de la empresa y del sector forestal?
P. El futuro de la empresa está ligado al futuro del sector forestal y son completamente optimista. La madera va a ser un grano aliado en algunos de los retos que se le presentan a la sociedad, como es el cambio climático. El sector forestal y las coníferas van a tener un futuro próspero y ahora es tiempo de adaptarnos para asumir los retos que se presentan. Es tiempo de plantar para dentro de unos años tener madera con la que trabajar. Creo que hay que centrar en trabajar con el propietario, que va a ser fundamental, y mientras tanto la industria adaptarnos para poder aprovechar después esa madera.
“Los faltan seguir trabajando por trasladarle a la sociedad a contribución positiva que proporciona el sector forestal y combatir ese desconocimiento que sigue habiendo”
R. Una parte de la sociedad rechaza el aprovechamiento forestal de ciertas especies en Galicia, como lo veis desde el sector?
P. El sector forestal sigue a ser un gran desconocido. Se arrastra aún esa idea, que se inculcó durante mucho tiempo, de que cortar árboles está mal, cuando es justo el contrario, siempre que se vuelva a plantar. La madera es de las únicas materias primas que podemos regenerar, cortando y volviendo a plantar, la diferencia de otras como el petróleo, que no podemos generar, así como muchos otras materias primas que son limitadas.
Seguimos teniendo necesidades en nuestro día a día que podemos cubrir con la madera, de una manera sostenible y haciendo un uso eficiente de la madera. Además, las plantaciones contribuyen a mitigar un problema que tenemos actualmente, como son las emisiones de carbono, ya que absorben ese carbono.
Como sector los faltan seguir trabajando por trasladarle a la sociedad a contribución positiva que tenemos y precisamos combatir ese desconocimiento que sigue habiendo. También hace falta tener presente que especies como el pino llevan en Galicia millares de años.
Se necesitan unos criterios para que pueda haber plantaciones y se siga conservando un monte con diversidad de especies, pero hay que procurarle un rendimiento a la propiedad y seguir una silvicultura adecuada que permita un aprovechamiento. Se debería abordar entre todos, y procurando un equilibrio y una forma de vida en el rural y en el forestal.
R. Que le pedirías a las Administraciones para apoyar al sector forestal gallego?
P. Sobre todo precisamos que tengan en cuenta al sector a la hora de las tomas de decisiones. Necesitamos que nos incluyan en los procesos a la hora de fijar las políticas que se van a seguir en el ámbito forestal, porque son políticas a largo plazo y es preciso que se cuente con todos los implicados, desde lo propietario, la industria y hasta el consumidor final.
En el sector forestal manejamos plazos muy largos, porque trabajamos con especies que tienen turnos de corta largos, como muy poco 15 o 25 años por lo que precisamos que esas decisiones a largo plazo sean consensuadas. También precisamos una mayor agilidad burocrática.