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Casas modulares sostenibles: el reto del sector inmobiliario para una edificación más ecológica

En el sector inmobiliario suele a ser complejo la generación de predicciones a largo plazo debido a la crisis. No obstante, existe una tendencia clara a la hora de construir nuevas viviendas unifamiliares creadas de una manera industrial en una fábrica: las casas modulares prefabricadas.

Puesto que se sitúan a la vanguardia en la innovación tecnológica, la cadena de fabricación está controlada hasta lo más mínimo detalle y los materiales que emplean para su construcción son de última generación.

Este nuevo modelo de vivienda, elegido actualmente por compradores que acceden al marcado buscando espacios más amplios tras el confinamiento vivido en 2020, cuenta con una amplia oferta de variedades modulares que, en los últimos años, se vio ampliada por la puesta en marcha de soluciones sostenibles y ecológicas.

Pero, que aspectos deben tenerse en cuenta para que una casa modular sea ecológica y sostenible? Podemos encontrar aquí diferentes conceptos, el primero relacionado con la ecotecnoloxía y, el segundo, con la sostenibilidad.

Si por ecotecnoloxía entendemos el conjunto de técnicas aplicadas para garantizar el uso sostenible de los recursos naturales, debemos aplicar tanto la ecología como la tecnología. La fusión de estos dos campos se realiza tanto en la producción de las materias como en las piezas de las casas prefabricadas, aunque podemos completar el uso de la ecotecnoloxía con el uso eficiente de los recursos naturales una vez que la vivienda ya se pone la disposición para poder ser habitada a través de la instalación de climatización, la orientación para orientarla cara el maoir aprovechamiento de luz y la eficiencia energética.

La importancia de los sistemas de aislamiento

Con los últimos avances en este sentido, los sistemas de aislamiento reducen la cantidad de CO2 preciso para emitir calor en invierno y aire frío en verano. Normalmente, las viviendas modulares disponen de un aislante térmico de larga duración que evita posibles filtraciones de aire, agua y humedades que habían podido deteriorar la estructura de la casa a lo largo de los años.

Entre los materiales aislantes que nos encontramos, se pueden diferenciar hasta cuatro tipos: paneles de poliestireno expandido, fibra de madera, lana mineral o corteza.

Los paneles de poliestireno expandido suelen a fabricarse reciclando otro tipo de materiales, por lo que son respetuosos con el medio ambiente aunque poseen una baja impermeabilidad aunque su aislamiento sea bastante alto. Por otra parte nos encontramos con la fibra de madera, material 100% ecológico, que tiene unas características mecánicas con un alto grado de calidad, ya que con su instalación podemos hacer un ajuste efectivo de la humedad ambiental, tiene alta permeabilidad y un aislamiento excelente. Por otra parte, los costes de este tipo de material pueden incrementarse en comparación con los paneles de poliestireno.

Se pensamos en zonas de alto riesgo de incendio como pueden ser espacios cerca de masas forestales o en el rural gallego, la lana mineral puede ser un material a emplear como aislamiento muy idóneo. Su estabilidad química impide la formación de moho, hongos o insectos, aunque es un material muy ligero, por lo que se refuerza externamente con una capa de yeso gruesa.

Por último, la corteza es un material transpirable, resistente al agua y con un alto grado de aislamiento, tanto de manera térmica cómo acústico, creando una protección de muy alta calidad al microclima que se crea dentro de la vivienda modular.

El aprovechamiento de la energía para reducir la huella de carbono

Una de las características más importantes de las casas modulares es que, muchas de ellas, aprovechan la oportunidad de hacer una instalación de paneles solares para recibir y conservar la energía junto con el uso de los electrodomésticos de bajo consumo, consiguiendo que el hogar consuma solo el 10% del que una vivienda convencional puede precisar.

La cultura de la construcción prefabricada y las energías renovables van de la mano, y por eso es muy habitual encontrar casas modulares con sistemas de autoconsumo como aerotermia o energía fotovoltaica.

Puesto que la construcción se realiza de una manera personalizada, este tipo de viviendas acostumbran a ser muy ergonómicas. Es decir, las casas modulares tienen una demanda energética mucho menor que las convencionales por el ahorro creado en instalaciones solares aisladas conectadas a la red como en el ahorro energético.

Los fabricantes de viviendas prefabricadas acostumbran a hacer preinstalaciones de sistemas de placas solares en la casa, facilitando la instalación de paneles fotovoltaicos y su instalación eléctrica posterior. En poco tiempo, los usuarios pueden ver amortizada su inversión, rentabilizando los costes y pagando mucho menos en la factura de la luz, uno de los temas que está más de actualidad en 2021.

Con respeto a la aerotermia, es otro de las maneras en los que las casas modulares pueden reducir la huella de carbono aprovechando la energía natural. Con esta tecnología, la energía ambiental del aire, mismo en temperaturas extremas, puede transferirse a través de un ciclo @termodinámico que emplea gas refrigerante comprimido a muy baja temperatura para extraer calor del aire exterior con una alta eficiencia, clasificada por la Unión Europea como sostenible y que permite que una vivienda de este tipo pueda funcionar exclusivamente con electricidad producida por aerotermia, sin contratar gas o suministro de combustible.

La construcción de una vivienda modular de consumo casi nulo

La construcción de casas prefabricadas que puedan realizar un consumo casi nulo de energía debe realizarse a través de un exhaustivo estudio relacionado con su alto nivel de aislamiento.

Es muy importante recordar que este tipo de construcciones es muy sencilla y responde a un sistema en el que partimos de una serie de secciones estandarizadas con un ensamblado que en definitiva se va a producir en el terreno o parcela en la que se determine su construcción. El que define este tipo de proceso de ensamblaje de viviendas es la que cada una de las partes se lleva a cabo por diferentes lados hasta que finalmente se unen.

Dentro de este tipo de casas, denominadas pasivas, existen cuatro elementos específicos para alcanzar el ansiado consumo casi nulo de energía, como puede ser la eliminación de los puentes térmicos, la recuperación del calor generado, la estanqueidade al aire y la instalación de ventanas de alta gama.

Este tipo de ventanas, debido al diseño bioclimático, no se abren para hacer que el calor desaparezca de la estancia, sino que el sistema de ventilación ecoeficiente modula la temperatura con la renovación de aire.

El objetivo de poder contar con una casa de consumo casi nulo para una familia puede ser un aliciente muy suculento para la venta de viviendas unifamiliares modulares.